Paradigmas en Enfermería

 Esta entrada es la tarea del Tema 2 del curso ABAI-2, “Pensar fuera de la caja”, en el que se nos pide que comentemos un paradigma de nuestra disciplina.

En el caso de la enfermería veo conveniente realizar una breve introducción de su evolución hasta la actualidad. Su situación presente es el de una disciplina autónoma, con un cuerpo de conocimientos propio y una metodología científica que permite el estudio y abordaje del objeto del cuidado de forma holística. Esta evolución se debe al desarrollo sistemático de conocimientos que se agrupan en tres paradigmas principales: el de categorización, subdividido en las orientaciones hacia salud pública y hacia la enfermedad (1850-1950); el de integración (1950-1975); y el de transformación (1975-actualidad).

Posteriormente, en 1996, Keroúac y su equipo realizaron un análisis exhaustivo de las teorías y modelos enfermeros para identificar aquellos conceptos que aparecían transversalmente en todos ellos. Los conceptos identificados, conocidos como metaparadigma enfermero, fueron: persona, cuidado, entorno y salud.

El paradigma enfermero en el que nos encontramos actualmente, es el de transformación, que entiende los cuatro conceptos principales de la siguiente forma:

·     Persona: ser indivisible. La persona es vista como una unidad en la que todas sus dimensiones (física, emocional, mental, social y espiritual) están interrelacionadas y no pueden ser separadas o tratadas de manera aislada. Es también quien guía sus cuidados, definiendo sus propias necesidades, prioridades y objetivos en cuanto a su salud y bienestar

Entorno: se considera ilimitado, influyendo de manera dinámica en la persona. Incluye tanto aspectos físicos o inmediatos (como la vivienda o el entorno de trabajo), como también sociales, culturales, emocionales, tecnológicos y hasta espirituales.

Salud se define como una experiencia compartida entre el ser humano y su entorno, un valor vivido de forma única por cada individuo, que trasciende la mera ausencia de enfermedad, pero en la que la enfermedad puede ser parte del proceso de cambio y crecimiento personal.

Cuidado se orienta hacia la consecución del bienestar de la persona, tal como ésta lo define, y se basa en una interacción respetuosa entre la persona y la enfermera/o. Esta interacción mutua permite que ambos, tanto el paciente como el profesional, se beneficien y desarrollen su potencial en el proceso de cuidado.

 

El análisis de la evolución enfermera a través de los principales conceptos teóricos permite ver como el foco se ha ido poniendo en cada uno de ellos en los diferentes momentos históricos, en consonancia con el contexto histórico de la época.